Osteotomía Periacetabular
La osteotomía periacetabular es una técnica de preservación articular y constituye el tratamiento de elección en la displasia sintomática de cadera del adulto joven (< 45 años).
La osteotomía periacetabular es una técnica de preservación articular y constituye el tratamiento de elección en la displasia sintomática de cadera del adulto joven (< 45 años).
La osteotomía periacetabular es una técnica de preservación articular y constituye el tratamiento de elección en la displasia sintomática de cadera del adulto joven (< 45 años). Es una técnica compleja, que consiste en hacer unos cortes en el hueso alrededor del acetábulo para poder colocarlo en una mejor posición aportando mayor cobertura a la cabeza femoral, mejorando así la distribución de cargas y la estabilidad de la cadera, con el objetivo de mejorar la sintomatología de los pacientes y evitar o retrasar la aparición de artrosis.
Es una técnica que ha demostrado cambiar el curso natural de la displasia con estudios de supervivencia publicados y seguimiento de hasta 30 años.
Existen múltiples tipos de osteotomías pélvicas descritos en la literatura médica, tanto en la infancia como en la edad adulta. De manera general, se clasifican de la siguiente forma:
Actualmente, en la “displasia residual” de adulto joven la técnica de elección es la osteotomía periacetabular de Ganz o Bernesa, descrita en Suiza en 1988, por sus múltiples ventajas, entre ellas:
Sin embargo, esta técnica originalmente se realizaba por un abordaje muy amplio, de unos 20 cm de longitud, en la cara anterior de la cadera, con mayor sangrado y tiempo de recuperación.
En el año 2008, en Aarhus (Dinamarca), se describió una modificación de la técnica mediante un abordaje mínimamente invasivo de unos 7-10 cm de longitud a nivel del pliegue inguinal (muy estético), que permite igualmente correcciones similares, con un menor porcentaje de complicaciones. Este abordaje, comparado con la técnica original, ha demostrado muchas ventajas: menor tiempo quirúrgico y de hospitalización; menor sangrado y tasa de transfusión; y mejor recuperación funcional, al no desinsertar ningún músculo, salvo parcialmente el músculo sartorio, y con un 71% de reincorporaciones a las actividades deportivas.
El paciente “ideal” para tratar su displasia con una osteotomía periacetabular es un paciente joven (< 45 años), sin artrosis o con muy poco desgaste articular, con una cadera en la que la cabeza femoral mantiene su congruencia con el acetábulo a pesar de la falta de cobertura, que no sea obeso y con una buena movilidad preoperatoria de la cadera. En el postoperatorio, los pacientes empiezan con fisioterapia desde el primer día y caminan con muletas con carga parcial durante los primeros dos meses; posteriormente, van incrementando la carga según el dolor y los signos de consolidación en las radiografías de control, reintroduciendo de manera progresiva sus actividades habituales y la práctica deportiva.
A pesar de todas sus ventajas y sus indicaciones, la osteotomía periacetabular se trata de una técnica altamente demandante, con posibilidad de complicaciones neurológicas y vasculares entre otras, por lo que debe realizarse únicamente en centros especializados y por especialistas en cirugía preservadora de cadera.