Inestabilidad de hombro
El hombro es la articulación que más movimiento permite en el ser humano pero a la vez y como consecuencia de ello es la más inestable y la que más se lesiona
El hombro es la articulación que más movimiento permite en el ser humano pero a la vez y como consecuencia de ello es la más inestable y la que más se lesiona
Se habla de inestabilidad de hombro cuando la articulación del húmero con la clavícula y el omoplato es más laxa de lo normal y tiende a luxarse. La luxación del hombro es una lesión que ocurre cuando la cabeza del húmero se sale de su lugar, es decir, de la glena (zona articular de la escápula para la cabeza humeral, de forma ligeramente cóncava ).
El motivo por el que el hombro es más propenso a salirse es que tiene mucha movilidad pero poca congruencia, es decir, los huesos no están constreñidos: la glena es un tercio del diámetro de la cabeza humeral por lo que tiene mucha libertad de movimiento haciendo esta articulación muy inestable.
Esta inestabilidad aumenta en caso de que alguna de las estructuras anatómicas que forman la articulación se vea dañada, y también en pacientes hiperlaxos. En estos casos puede producirse una luxación de hombro, generalmente anterior (la cabeza del húmero se desplaza hacia delante de la glenoides). La luxación posterior de hombro es muy infrecuente y se debe a otras causas.
Existen dos tipos principales de inestabilidad de hombro:
Un paciente al que se le sale el hombro por primera vez con menos de 18 años tiene un 90% de posibilidades de que se repita la luxación mientras que una persona por encima de 40 años suele presentar episodios únicos y lo habitual es que no se le vuelva a salir (por ese motivo el tratamiento suele ser conservador, es decir, reducir la luxación sin operar el hombro)
Los factores principales determinantes en la luxación de hombro son la edad y la actividad física del paciente (más recidiva cuando se practican deportes de contacto como rugby, baloncesto, artes marciales, gimnasia, escalada…).
En las personas laxas nunca se sabe con exactitud cuándo es la primera vez que se les ha salido el hombro ya que siempre han sido laxos.
En las luxaciones traumáticas suele ser fácil saber cuándo es la primera vez y de hecho es importante reflejarlo en la historia clínica del paciente. La primera ocasión suele atribuirse claramente a un traumatismo, sobre todo cuanto mayor es el paciente; pero en los siguientes episodios la luxación puede ocurrir con más facilidad, hasta llegar, incluso, a que el hombro se luxe al girar el hombro más de la cuenta o por movimientos inconscientes durante el sueño. Estos pacientes acaban por evitar exposiciones (deportes, giros de hombros…) por miedo a que se repita la luxación (aprehensión).
Para el tratamiento de las luxaciones recidivantes del hombro, hoy juega un papel importante la artroscopia de hombro, que se realiza con el paciente tumbado, introduciendo en la articulación una cámara y el instrumental quirúrgico a través de unas pequeñas incisiones.
El objetivo de la artroscopia es visualizar, diagnosticar y tratar las lesiones. Después de evaluar las lesiones se procede a reforzar la estabilidad glenohumeral, generalmente mediante la reparación o sutura de los ligamentos desinsertados a su zona de inserción anatómica a la glenoides utilizando para ello implantes o arpones que suelen ser de unos 3 mm y tienen unos hilos multiresitentes. Con estos arpones reparamos la lesión capsulolabral de la glenoides.
Tras la cirugía se mantiene el brazo 6 semanas de cabestrillo, aunque la rehabilitación pasiva comienza a las 3 semanas con el fisioterapeuta.
La rehabilitación se prolongará hasta el tercer mes, momento en que comenzaremos la práctica deportiva.
El tratamiento quirúrgico de la inestabilidad tiene una tasa de éxito bastante alta, en torno al 90%. Este porcentaje de éxito disminuye en pacientes muy jóvenes, en pacientes que han presentado muchos episodios de luxación, en pacientes con defectos óseos, en personas que practican deportes de contacto y en pacientes hiperlaxos; por lo que en estos casos es a veces necesario hacer técnicas más agresivas, incluso técnicas abiertas en lugar de cirugía artroscópica.