Choque femoroacetabular (CFA)
El choque femoroacetabular es una de las principales causas de dolor de cadera en el adulto joven.
El choque femoroacetabular es una de las principales causas de dolor de cadera en el adulto joven.
Hace referencia a una relación anatómica anormal entre la cabeza femoral y el acetábulo, lo que origina un conflicto entre ambas estructuras y una degeneración precoz del labrum y del cartílago adyacente. A largo plazo, el choque femoroacetabular ha sido descrito como una causa de artrosis precoz de cadera.
Se trata de un sobrecrecimiento o “giba” en la zona de transición entre la cabeza y el cuello femoral, por lo que al realizar la flexión y la rotación de cadera, esa giba choca o produce un “impingement” contra el labrum y el acetábulo, provocando con el tiempo , la posible lesión del labrum así como el consiguiente desgaste del cartílago articular.
Es un sobecrecimiento del borde acetabular ( como una visera o toldo ) que provoca el roce contra la cabeza del fémur y su cartílago al flexionar y rotar la cadera, provocando la rotura del labrum acetabular y posteriormente las lesiones condrales articulares.
Este tipo de choque es aquel que se compone de las dos lesiones anteriores.
Los síntomas del choque femoroacetabular son variados, y a menudo no están todos presentes en el mismo paciente. Suele iniciarse por un dolor que localizamos en la ingle, de características mecánicas , tras realizar alguna actividad física, o bien después de algún esfuerzo; aunque también puede que no haya una causa desencadenante.
A partir de ese momento, el dolor se localiza en la zona inguinal o en la cara anterior del muslo, durante la práctica deportiva o más frecuentemente después de la realización de la misma. También tras un largo viaje en coche o bien al levantarse tras estar un buen rato sentado.
Suele mejorar con el tratamiento inicial con anti inflamatorios y fisioterapia, pero reaparece al reiniciar la actividad física habitual. Son frecuentes los diagnósticos erróneos, por aquellos especialistas que no están familiarizados con este síndrome: osteopatía de pubis, pubalgia, tendinitis de repetición…y las terapias empleadas son ineficaces y frustrantes para nuestro paciente.
Para el diagnóstico es fundamental la realización de una serie de pruebas de imagen:
Una vez diagnosticado el problema, las primeras propuestas al paciente son el uso de medicación antiinflamatoria y un protocolo de fisioterapia que ayude a corregir los movimientos perjudiciales, a la vez que alivie el dolor.
Se suele ofrecer de manera frecuente la posibilidad de realizar una infiltración articular.
Las infiltraciones intra-articulares suelen reducir o hacer desaparecer el dolor, en ocasiones, temporalmente y otras veces por un largo periodo.Fundamentalmente cumplen dos funciones:
El objetivo de la artroscopia de cadera es poder remodelar estas estructuras óseas que provocan el roce o choque, y reparar las estructuras dañadas o lesionadas (labrum , cartílago) mediante una técnica mínimamente invasiva para: