Las ventajas de la artro-endoscopia de tercera generación (WAD) es que elimina el cableado sobre el campo quirúrgico, desaparece la necesidad de torres de artroscopia, que disminuye la posibilidad de desarrollar infecciones, que abarata mucho el coste, y que permite, potencialmente, realizar técnicas artro-endoscópicas en escenarios no preparados para una cirugía mayor.
Introducción
La artro-endoscopia es una de las técnicas quirúrgicas que han revolucionado la medicina. Se cree que en los próximos años el 90% de las cirugías se realizarán por cirugía artro-endoscópica o mínimamente invasiva.
Aunque la primera artroscopia se realizó en 1919, su verdadera difusión y progreso se dió en los años 70 cuando Watanabe comenzó a usarla para realizar cirugías intervencionistas. Inicialmente, el artroscopio era una cánula con una lente a través de la cual se asomaba el cirujano (artroscopia de primera generación).
En los años 80, al acoplar una cámara de fibra óptica al visor del artroscopio, se consiguió dar al cirujano mucha mayor independencia y maniobrabilidad, permitiendo avances quirúrgicos cada vez mayores (artroscopia de segunda generación). Este dispositivo precisa de una torre donde se situaba la fuente de energía para alimentar la luz de la lente, y de una pantalla de televisión a donde se lanza la imagen del artroscopio, lo que encarece el coste y aumenta la posibilidad de infecciones al haber más elementos extraños en el campo quirúrgico.
En 2007 el Dr Pedro Guillén patentó el primer artroscopio sin cables, un dispositivo que consta de una lente convencional a la que se adapta una batería una luz regulable y una cámara miniatura, que envía la imagen vía WIFI a un receptor portátil (computador). Esto hace que todo el dispositivo necesario para una artroscopia no requiera más que un maletín pequeño, donde llevar el artroscopio, el instrumental y el ordenador portátil.
Componentes
El sistema de artro-endoscopia consta de:
- Una lente convencional a la que se adapta una pequeño dispositivo
- Una cápsula portadora de una pila desechable de 1 a 6 cm de longitud con energía para distinta duración (2-4-6-8 horas), pudiendo ser desechable o no. Esta cápsula genera la luz que puede ser regulada y además sirve para rotar la lente (Figura 1). La cápsula de energía se puede adosar a cualquier dispositivo de luz (luz frontal o fotóforo en Neurocirugía, Otorrinolaringología, Urología,…)
- Una vaina convencional que cubre y protege la lente
- Una cámara miniatura de vídeo con antena y mando para encender el monitor y realizar grabaciones o fotografías (Figura 2).
- Un ordenador portátil –personal- donde ver la cirugía.
Ventajas
Posee las siguientes ventajas en relación con las técnicas artro-endoscópicas convencionales:
- No precisa fuente de luz cableada.
- No precisa cables de luz fría.
- No precisa torre de endoscopia
- No precisa del cable de la cámara de vídeo conectada a la torre de endoscopia.
- Posee menor servidumbre de aparataje y de cables.
- Desaparición de los cubos de desinfección para los cables de luz fría.
- Menor riesgo de contaminaciones e infecciones por desaparición de los cables que cruzan el campo operatorio.
- Más ecológico, consume menos energía.
Se cree que este avance permitirá en el futuro realizar artro-endoscopias en la consulta del mismo médico, en hospitales de campaña, en situaciones de emergencia y en regiones desfavorecidas con escasos recursos sanitarios. Recientemente se ha usado el artroscopio sin cables para realizar intervenciones en caballos en el mismo establo, sin necesidad de trasladar al animal a un quirófano. Además, la innovación es adaptable a otros tipos de técnicas endoscópicas, y ya se ha usado con éxito en laparoscopias y endoscopias digestivas.