Hiperplasia benigna de próstata
Es una enfermedad progresiva, provocada por factores hormonales que producen una proliferación de las células de la próstata no maligna que se presenta con la edad
Es una enfermedad progresiva, provocada por factores hormonales que producen una proliferación de las células de la próstata no maligna que se presenta con la edad
La hiperplasia benigna de próstata afecta a los hombres a partir de los 30 años, pasados los 50 casi la mitad de los hombres lo sufren y casi todos los varones lo padecen en algún momento de su vida. Se produce un desequilibrio que hace que nazcan más células de las que mueren y aumenta la próstata.
Hiperplasia de próstata
Éstos son algunos factores de prevención que pueden evitar el desarrollo de la hiperplasia prostática
Dos fenómenos condicionan los síntomas:
La severidad de los síntomas no está relacionada con el tamaño.
La hiperplasia de próstata es una enfermedad progresiva que puede dar lugar a complicaciones importantes:
Aunque está originada por un tumor benigno puede tener consecuencias en la salud.
El objetivo del tratamiento es mejorar los síntomas y la calidad de vida y prevenir las complicaciones de la HBP como son la retención urinaria o la insuficiencia renal.
Ciertos cambios en el estilo de vida pueden mejorar el cuadro: perder peso, hacer deporte, llevar una dieta sana y evitar el estreñimiento. Además, hay varias líneas de medicamentos nque pueden usarse para mejorar los síntomas de la Hiperplasia Benigna de Próstata:
Se opta por el tratamiento quirúrgico cuando:
La cirugía pretende extirpar el tumor benigno para que la orina pueda pasar desde la vejiga a la uretra.
Se usa en la hiperplasia benigna de próstata de pequeño y mediano tamaño. La técnica se introdujo en el año 2003, utiliza un láser de 532 nm, de color verde, que tiene una alta afinidad por la oxihemoglobina de la sangre, permitiendo inducir vaporización de tejidos muy bien vascularizados, como la próstata.
Se introduce un cistoscopio láser por la uretra y se utiliza este láser para vaporizar el tejido prostático aliviando la obstrucción urinaria con poco riesgo, ya que el control del sangrado es perfecto, debido a que en el lecho del tejido que se ha vaporizado, y se forma un halo de coagulación de 1-2 mm muy eficaz (una de las complicaciones más molestas y frecuentes de otras técnicas es el sangrado uretral).
Esta técnica permite operar a los pacientes en régimen ambulatorio o con una estancia menor de 24 horas, requiere sondaje durante 6-4 horas, con una tasa de transfusión sanguínea del 0,1%.
La dificultad que presenta esta técnica, al igual que la RTU clásica, es extirpar todo el tejido adenomatoso. Por eso, también puede tener una tasa elevada de retratamiento, del 15-20% al cabo de 5 años.
Es importante comprender que este láser, a diferencia de otros láseres usados en medicina, (como los láseres oftalmológicos, que se utilizan de forma computarizada, con poca intervención del cirujano) se usa como un bisturí, y por lo tanto los resultados están muy determinados por la experiencia que tenga el cirujano que lo va a utilizar.
Un aspecto desventajoso es que es una técnica destructiva, el tejido no se puede analizar, lo que puede dar lugar a no detectar un cáncer oculto (se detectan cánceres ocultos en el 3-5% de los pacientes sometidos a una RTU).
El estudio GOLIATH (Eur Urol. 2014 May;65(5):931-42.), recientemente publicado, ha demostrado fehacientemente la no inferioridad de esta técnica frente a la RTU convencional. Esta técnica es recomendada por las directivas de la asociación europea y americana de urología como opción de tratamiento estándar de la HBP.
Se usa en hiperplasia benigna de próstata de gran tamaño o con riesgo de cáncer.
El urólogo español Fernando Gómez Sancha ha desarrollado en los últimos cuatro años una nueva técnica con el láser verde, que consiste en utilizarlo para diseccionar el plano entre la cápsula y el adenoma de próstata, que permite volcar el adenoma a la vejiga para posteriormente realizar la extracción del tejido con un aspirador de tejido o morcelador tisular.
Esta técnica mantiene las ventajas de la excelente coagulación que proporciona este láser pero con la ventaja de poder extirpar el adenoma de próstata de forma total y permitir el análisis del tejido.